De madrugada, como las mujeres que fueron al sepulcro antes de Amanecer
para embalsamar el cuerpo de Jesús, así hemos sido muchos y de diversos
lugares de la península (Pontevedra, Santiago, Madrid, Valladolid, Toledo,
Salamanca…) los que en esta Corazonada hemos encontrado la piedra quitada
del sepulcro y hemos tenido una experiencia única, resucitada, saliendo de
estas jornadas personas renovadas.
Jamás deja de impresionar ver a jóvenes y no tan jóvenes quedar toda la
noche del primer viernes al sábado en adoración, alabando al único Dios y
Señor. Siempre está el milagro del sacramento de la reconciliación, en el que
se rompen las ataduras que paralizan y, dejándolas en el sepulcro, como las
vendas de Cristo, se nace a una vida libre y nueva.
Esta Corazonada, marcada por la experiencia del Resucitado, ha sido otra
oportunidad para palpar lo bueno que es Dios, que viene a consolar a los más
necesitados, que con su presencia nos invita a alegrarnos, a no temer y a
dejarnos tocar para ser sanados.
Después de la Corazonada, una treintena de voluntarios, con ilusión e
incondicional disponibilidad, han orientado ya la mirada hacia el 27 de junio,
solemnidad del Sagrado Corazón, donde se espera que muchos quieran
responder al amor de Jesús consagrándose a su Corazón. ¿Te animas? Te
esperamos. Esto sí merece la pena.
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Y todavía queda la última Corazonada de junio!!!
