En pleno camino Cuaresmal nos reuníamos en torno al Corazón de Jesús en este 4 de abril.
Ante nuestros ojos estaba Jesús Eucaristía y a sus pies la copia de la piedra del monumento derribado en 1936 en el Cerro de los Ángeles. Esa piedra hablaba por sí sola del Corazón de Jesús, tan cercano a nosotros, y del desamor de nuestros pecados; de las heridas que le causamos con nuestro mal y de un Amor tan grande que nada ni nadie lo podrán destruir. Así que esta corazonada tenía una palabra clave: REPARACIÓN. Con muchas ganas de hacerlo, de poder reparar, nos acercábamos a quitar espinas de la corona que rodeaba su Corazón; con muchas ganas de reparar estuvimos en torno a Jesús en adoración y alabanza.